....Breve historia de San Juan la laguna
A esta comunidad se le llama aj tz´utujila´ o aj tz´utujile´, que significa “gente que viene del lugar de la flor del maíz” (Funcede, 1997). Es uno de los 19 municipios que pertenecen al departamento de Sololá. El 99% de su población pertenece a la Etnia Maya-Tz’utujil (Tz´utujil quiere decir “flor de milpa”).
Una de las tradiciones más arraigadas para la etnia Tz’utujil es el tejido. Cuentan las abuelas que a la niña se le enseñaba a tejer desde los 8 años y cuando se casaba, el “regalo” de bodas incluía un poco de algodón y los instrumentos necesarios para hilarlo. Con este material la mujer debía elaborar el traje de su ahora esposo en el telar de cintura. Esta es una de muchas historias que muestran la importancia del tejido como tradición y como medio de satisfacer las necesidades de vestido para este grupo Maya.
Antiguamente las mujeres recolectaban en los parajes circundantes al pueblo cortezas, frutos, follaje y flores de las plantas y árboles locales, de los cuales podían extraer colorantes naturales que empleaban para teñir el hilo de algodón. Más tarde, con los colorantes generados por la industria, el teñido natural fue sustituyéndose por hilos teñidos químicamente, los cuales brindaban colores más fuertes y disminuían el tiempo de trabajo de las mujeres. Esto generó el casi total abandono del teñido natural, que además presentaba un costo mayor al teñido químico.
Historia de la asociación Lemá
En la comunidad de San Juan La Laguna, Sololá, las mujeres trabajaban separadas cada quien por su cuenta y los ingresos familiares eran muy escasos, un grupo de mujeres Tz'utujiles decidió unirse con la idea de buscar alternativas de generación de empleo. Pero aún más importante en su decisión de apoyarse, fue el interés compartido por revalorizar y conservar estas técnicas ancestrales de teñido y tejido, las cuales representan una rica herencia cultural transmitida a lo largo de cientos de generaciones. Estas técnicas demuestran el basto conocimiento de los antepasados en el manejo de los recursos accesibles a la comunidad juanera, conocimiento que vuelve a surgir con fuerza en este proyecto que las tejedoras de Lema' han decidido llevar sobre sus hombros.
En su búsqueda de desarrollo a su comunidad la señora Rosalinda Tay conoce a una estudiante de México que estaba realizando su tesis de la universidad con quien compartió conocimientos, seis meses después esta estudiante de nombre Katia Winkler encontró una oportunidad para Doña Rosalinda, de poder formar una asociación y buscar mujeres del pueblo que se interesarán en trabajar en grupo, durante el año 2,000 trabajaron en busca de alguna institución que las legalizara como asociación, para ese entonces conocen a fundación Solar, institución que ayuda al desarrollo de las comunidades, gracias a su cooperación Lemá obtuvo su personalidad jurídica el 27 de septiembre de 2001 con apoyo de fundación solar empezando con 15 mujeres, una de ellas con 75 años de edad, 4 mujeres que hablaban un poco el español, y entre ellas se formo la junta directiva contando con Rosalinda tay Mendoza como presidenta, Francisca Mendoza vicepresidenta, Elvia Cholotio tesorera, Maria Virginia Cholotio secretaria, Lucia Vásquez vocal primero.
Tomando como eje de trabajo el tejido en telar de cintura, arte antiguo del teñido en tintes naturales que se moldeo y perfeccionó.
Es por ello que cada prenda elaborada por estas tejedoras cuenta una gran historia. Además, refleja la importancia de preservar y divulgar el conocimiento de estos grupos como mecanismo de revalorización del trabajo de las mujeres artesanas, mismo que se ha convertido en una alternativa viable en la generación de ingresos. Mediante este trabajo las mujeres juaneras no solo son capaces de expresar su creatividad, sino además pueden optar a ofrecer una mejor calidad de vida para sus familias.
En el año 2002 nadie conocía de la asociación y las mujeres tenían productos pero no tenían compradores, viendo las necesidades de ingreso de las asociadas se busca un lugar para ubicar una tienda donde los turistas pudieran comprar los productos, que posteriormente se establece en la casa de doña Rosalinda porque la asociación no contaba con fondos para alquilar un local.
Con base al trabajo realizado en la comunidad de San Juan, Rosalinda Tay, es entrevistada por ejecutivos del banco Bancafé en el año 2,003 que posteriormente la galardonan con el premio Héroes Anónimos 2003, entregado en marzo 2,004, premio que puso en alto el nombre de Lemá.
En el mismo año Lema es invitada a concursar al premio de la productividad realizado por Unión FENOSA en el palacio nacional de la cultura, donde gracias al arduo trabajo las asociadas reciben el premio de 10,000 dólares llevándose así el primer lugar del evento.
A finales del año 2,004 y a principios del 2,005 se realizaron varias capacitaciones sobre diseños con el diseñador Harald de Noruega logrando así una alianza con la institución quiej de los bosques donde se logró colocar productos en tiendas de prestigio como Nim Pot de Antigua Guatemala, en el evento Guatemala Nuestra de la tienda Cemaco, Expomueble Kalea, ventas que elevaron el fondo de la asociación para poder pagarles a las artesanas el salario que en años habían esperado.
Para el mes de octubre del 2,005 San Juan la Laguna, sufrió una catástrofe provocado por la tormenta stan, que vino a debilitar las tierras y a la vez que arrasó o con el vivero que tenia la asociación, problema que provocó la disminución de producción ya que era fuente principal del proceso del teñido.
Los esfuerzos han trascendido paso a paso durante estos cinco años de labores actualmente se encuentran en capacitaciones sobre estudios de mercado y nuevos diseños a la vez perfeccionando el mecanismo de tinción de las fibras mediante experimentos y formulación de recetas que aseguren un control de calidad más exacta, pero existen muchas necesidades que aun no se han podido cubrir ya que la asociación cada día crece en números de asociadas que quieren un beneficio para sus hijos por quienes trabajan.
